Siempre hemos sido de pelo largo. La verdad, es el corte con el que mejor nos sentimos y como mejor nos lo sabemos manejar: un día una cola, al otro, unas ondas y porque no, al otro, un estilo liso y sedoso. Sin embargo, hace dos meses nos entró el antojo de cambiar y las ganas de vernos diferentes y porque no, unirnos a la tendencia del momento.
Cuando pensamos como nos queremos ver en el día a día o para una ocasión especial y en general, acerca de nuestra imagen, en la gran mayoría de los casos, sólo pensamos que nos vamos a poner y con que lo vamos a combinar. Muchas veces, dejamos en segundo lugar a un importante componente de la imagen: El peinado.
Cuando queremos un cambio, darle un twist un poco dramático a nuestro look que nos haga ver diferentes y finalmente nos atrevemos a dejar a un lado los miedos, podemos encontrar en la manera en la que llevamos el pelo una muy buena idea.