El pelo es una de nuestras fijaciones. Nos encanta hacernos ondas un día o llevarlo liso al otro, cogido en una ocasión y suelto en otra, por lo que el secador y la pinza son nuestros amigos infaltables a la hora de estilizarlo. Además, nos hacemos iluminaciones cada 3 meses y si le sumamos los rayos del sol, el agua y demás daños, podemos decir que debemos cuidarlo bastante para aún así, conservarlo sano, brillante, hidratado y saludable.
Como les hemos comentado en nuestros posts anteriores de las cosas más importante para nosotras es lograr ese balance que debe existir entre el interior y el exterior y así, brillar con luz propia. Ese es el eje central de la belleza y la de la imagen. No hay look o outfit que valga, shampoo milagroso o maquillaje perfecto que logre hacernos ver como de película si no nos sentimos como tal.
Desde hace unos meses estamos viviendo días de sol intenso debido al fenómeno del niño en gran parte del país, temperaturas muy altas y poco habituales, que por lo general no son lo que se acostumbra, y que no sólo afectan la naturaleza y el cómo nos vestimos en el día a día, sino también otros aspectos de nuestra imagen o nuestro cuerpo, haciendo que su efecto vaya más allá.
El verano es la temporada más esperada de todo el año y también es en la que más disfrutamos al aire libre en actividades que nos llenan de placer, alegría y energía. Los días de sol son sinónimo de fiesta, playa, piscina y mucha diversión... es una temporada llena de eventos y sobretodo mucha felicidad.